Miraba el blog y casi todas mis entradas son despedidas de año, resoluciones para el período que viene, quejas de que la fiesta de Año Nuevo no es especial y lo terrible que es hacer balances.
OK, sigo siendo la misma persona, pero hacer un balance es necesario (ahora entiendo porqué los balances contables, es necesario saber lo que se tiene y lo que no) (lo entiendo AÑOS después de salir de la U…). No sé si es necesario, pero te ayuda a mirar atrás y hacerse un cariñito por haber cumplido metas o pegarse un buen reto si no avanzaste en algo.
Por mi lado, sigo teniendo los mismos problemas de siempre, pero al menos este año pasaron cosas interesantes. Entendí a la fuerza que soy de una manera y que me gusta ser así y que no quiero ser distinta. Que es mejor que algunas cosas no hayan pasado del modo en que yo quería que pasaran. Y que fue mejor que otras no pasaran, de plano.
Este año hice locuras y tonteras por primera vez, cosas raras para mi, obvias para el resto quizás. Pero estuvo bien acumular algo de experiencia. Tuve experiencias nuevas, conocí mucha gente y al final de este año puedo decir que estoy feliz. Aun cuando algunos problemas persistan. Le dicen el vaso medio lleno 🙂
No sé si las cábalas funcionan, pero el año pasado no salí con maleta, no abracé a un hombre primero, no comí uvas ni me eché plata al bolsillo. Así y todo viajé, me cambié de pega, conocí a alguien maravilloso y estoy pololeando ❤
Así fue poh, este año crecí. Lo pasé mal, sufrí harto, pero hubieron cosas lindas. Me cambié de trabajo, le dije adiós a una relación laboral larga e importante y me fui a un lugar igual de bacán, pero con muchas más oportunidades en todo ámbito. Dejé atrás a mis amigos y compañeros queridos, pero he hecho nuevas amistades y el día a día se hace menos pesado. Hasta mi puesto es bacán, veo a diario el parque, las montañas y la cordillera nevada (en el invierno, obvio… o cuando se digna a llover).
También viajé. Fui un fin de semana a Puerto Varas, el sur es maravilloso. Es sólo ir y llegar recargada de nuevas energías. Y luego fui a New York, a pasar mi cumple y a romper con todo lo establecido en mi vida. Es largo de contar, pero ese viaje fue importante por muchas razones. Cuando tenga el tiempo suficiente compartiré mis tips para newbies, porque pucha que de repente se necesitan consejos aterrizados, más que lo que pillas en internet.
Y fui a hartos conciertos también. Aunque al final no vi a Gilmour, debo decir que todo estuvo maravilloso: volver a ver a Queen y con Adam Lambert, un concierto de lujo y con una buena ubicación. Ver a Billy Joel en el Madison Square Garden también es inolvidable. Y lo mejor de todo: ver en primera fila a Jeff Lynne, también en NYC, con nuevo disco y todo. Bajo el alero de la ELO y Richard Tandy agarrando mi bandera #notTexas 😛 un sueño hecho realidad.
Y lo mejor: haber conocido a Álex. Y estar con él.
Gracias a él y a todos los que hicieron del 2015 un año mejor, a todos los que me escucharon, me consolaron, me aconsejaron, me soportaron, me mandaron a la punta del cerro por mi bien. Ustedes saben quienes son y espero que sigamos siempre en contacto, los amigos, los conocidos, los compañeros. Espero seguir desafiando al sistema y mantenerme firme junto al pueblo 🙂
Nos vemos el 2016.
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